Parece mentira, pero acontecimientos ocurridos hace 8 siglos han dejado huellas perfectamente visibles hoy en día. Y probablemente nadie haya dejado huelas más profundas en el mapa actual de España que Sancho el Fuerte. De hecho, los tres mayores territorios peninsulares que, estando situados en una provincia, pertenecen a otra, tienen como origen de esa discrepancia la intervención personal del último Ximeno navarro.
El caso más conocido es el de Petilla de Aragón que, estando situado en mitad de la provincia de Zaragoza, pertenece en realidad a Navarra. El origen de esta situación está en un préstamo personal de Sancho el Fuerte a Pedro II de Aragón en el cual Petilla figuró como prenda para, si el rey aragonés no pagaba -como así ocurrió-, el navarro se lo quedase en propiedad, pero hay más:
Treviño
¿Qué hace en mitad de Álava un territorio asignado administrativamente a Burgos? Pues dejar huella de la heroica resistencia del caballero navarro don Martín Chipía quien, en la ofensiva de 1198-99 que terminaría con los territorios vascos, hasta entonces en poder navarro, en manos castellanas. Pero Alfonso VIII de Castilla no pudo conquistar toda Álava; Treviño resistió. Pero tras la firma del armisticio, Sancho el Fuerte se dio cuenta que no podría conservar durante mucho tiempo el territorio treviñés ya que quedaba desconectado completamente de Navarra y era casi imposible el tránsito de personas y víveres ya que tendría que atravesar obligatoriamente tierras castellanas. En consecuencia, decidió firmar con su primo castellano un nuevo pacto por el que intercambiaba Treviño por parte de las Amescoas que sí tenían conexión con Navarra. Con esta decisión, Treviño quedaba como posesión personal del rey castellano, uno de cuyos descendientes lo cedería en gestión a un conde burgalés...
Ademuz
El otro gran hueco en los mapas de España junto con Treviño es el Rincón de Ademuz, administrativamente dentro de Valencia, pero situado en territorio turolense. El origen es parecido a Petilla. Sancho el Fuerte, ya muy adentrado en la vejez, tomó como prenda Ademuz para un préstamo que le realizó a Jaime I el Conquistador como parte de una alianza mucho más profunda con el entonces joven rey aragonés. Pero a Sancho le sorprendió la muerte y, con el lío de su sucesión, Jaime decidió recuperar Ademuz -amén de no devolver el préstamo- y utilizar el rincón como base avanzada para la reconquista de Valencia. Una vez devuelta a manos cristianas los territorios levantinos, Jaime decide no incorporarlos al reino de Aragón, sino que crea el nuevo reino de Valencia y decide unir al mismo Ademuz, ya que había servido de base para su reconquista.
Lo dicho, a veces, sólo hay que saber mirar alrededor para comprobar que 8 siglos no son nada... :-)