sábado, 25 de febrero de 2012

Ximenos aragoneses (1)

Y llegamos a la última rama de la familia, la aragonesa. Como siempre, la imagen se puede ver con más detalle aquí.
Ramiro I era el hijo mayor de Sancho III el Mayor, pero había nacido fuera del matrimonio real. Ese origen ilegítimo no impidió que su padre le cediese el condado de Aragón, limitado por aquel entonces a una pequeña franja alrededor del curso alto de río de idéntico nombre. Aunque pudiera parecer lo contrario, Ramiro nunca utilizó el título de rey; se anexionó el condado de Sobrarbe en detrimento de su hermanastro Gonzalo y, cuando comenzaba a centrarse en las tareas de acoso a los musulmanes oscenses, murió asesinado. Su heredero fue Sancho Ramírez, quien acudió a Roma en busca del apoyo papal para ascender al escalafón real. Lo consiguió y en 1076, cuando ya se intitulaba como rey de Aragón, recibió como regalo el asesinato de su primo navarro Sancho IV en Peñalén; ese hecho le permitió repartirse el Viejo Reyno con su primo castellano Alfonso VI y ser proclamado así rey de Aragón y de Navarra. Esta unión duraría hasta 1134. Sancho Ramírez se centró entonces en las tareas de Reconquista y puso cerco a Huesca, aunque murió en el asedio. Su hijo y sucesor, Pedro I, conseguiría recuperar la ciudad en la batalla de Alcoraz.

Pedro, con la ayuda de su hermanastro Alfonso, futuro Alfonso I el Batallador, reconquistaron también Barbastro, Sariñena, incluso edificando un castillo en Juslibol (Deus lo vol), a pocos kilómetros de Zaragoza. Ambos hermanos acudieron también en ayuda del Cid en su lucha contra los almorávides en Valencia. Aunque Pedro I tuvo dos hijos, ambos murieron apenas meses antes que su padre (1104), lo que provoca que su hermanastro subiera al trono.

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